viernes, 14 de marzo de 2014

EL ÁNGEL CAÍDO, por Quela Font

EL ÁNGEL CAÍDO
Quela Font

Verla en aquel centro comercial, aunque fuera de lejos, fue el detonante. ¡Click! Fue fácil llegar a ella. Sabía lo que le gustaba, la conocía bien. A la vista de las posibilidades que le descubría Facebook se pregunto porqué había tardado tanto tiempo en unirse.
Allí estaba, con esa sonrisa falsa que antes tanto le había fascinado… crear un personaje para ella fue un juego de niños. Seguía creyéndose infalible, omnipotente, tan segura de sí… ¡cómo la odiaba! El tiempo no cura las heridas, solo las anestesia.
Pero su día por fin había llegado. El factor sorpresa era primordial: ella no esperaba encontrarle convertido en mujer. Sabía que llevaba toda la vida preparándose para este momento. A pesar del tratamiento hormonal seguía teniendo la fuerza de un hombre. Nada podía salir mal esta vez, solo quedaba esperar, unos minutos más y todo habría acabado.
Había sido una sorpresa que accediera a quedar en un lugar tan apartado, la estatua del Ángel Caído a esas horas estaba desierta, llevaba meses paseando por allí y observando el ir y venir de gente. Sería fácil dirigirla hasta los senderos que se adentran en la zona boscosa del parque.
Se giró satisfecha hacia la estatua, observando su cuerpo contorsionado e intuyendo su grito mudo. No les vio llegar, ni siquiera fue consciente de la oscuridad que lo envolvió todo y para siempre.
—¿Seguro que está muerta?
—Espera que lo compruebe, tú vigila que no se acerque nadie por la cuesta.
—¡Vámonos! Estoy viendo el reflejo de esos estúpidos collares brillantes que ahora les ponen a los perros.

—Está muerta. Una lesbiana menos, nunca me cansaré de repetirlo, eres un cebo maravilloso, cariño. 

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